miércoles, 6 de mayo de 2015

La Llorona

Ultimamente se ha hablado mucho que algunas personas han visto gente que realmente no es gente. Fantasmas, espectros, o diferentes fenomenos que se consideran paranormales..

Entre uno de estos ejemplos puede estar la Llorona:
La Llorona es un espectro del folclore hispanoamericano que, según la tradición oral, se presenta como el alma en pena de una mujer que asesinó o perdió a sus hijos, busca a estos en vano y asusta con su sobrecogedor llanto a quienes la ven u oyen. Si bien la leyenda cuenta con muchas variantes, los hechos medulares son siempre los mismos.

La presencia de seres fantasmales que lloran en los ríos por motivos diversos es una característica recurrente de la mitología aborigen de los pueblos prehispánicos. Es así como pueden encontrarse rasgos de estos espectros en varias de las culturas precolombinas, que eventualmente, con la llegada de los conquistadores españoles, fueron asumiendo rasgos comunes gracias a la expansión del dominio hispánico sobre el continente. La leyenda es una historia que posee referentes míticos en el universo prehispánico, pero que instaura su drama y su cortejo imaginario y angustiarte en el orden colonial.


En Sudamérica, finalmente, existen algunas leyendas precolombinas que fueron asociadas con la de la Llorona mexicana una vez establecido el dominio hispano sobre el continente, pero que no tienen un origen común con esta, a pesar de que existan aspectos muy similares. Pueden encontrarse trazos similares en la leyenda del Ayaymama de la mitología amazónica peruana y en las leyendas guaraníes del Itá Guaymí, el Urutaú o el Guemi-cue. Destaca entre estas leyendas la historia de la Pucullén (del mapudungun 'külleñu', 'lágrimas', y 'pu': prefijo plural), perteneciente al folclor chileno. Mientras que la Llorona mesoamericana es castigada por haber asesinado a sus hijos, los de la Pucullén han sido raptados y asesinados por terceros, lo que convierte a esta en una víctima inocente de la maldad ajena, por lo que llora eternamente. Relacionada igualmente con la muerte, al igual que la Llorona mesoamericana, la Pucullén es, más que un demonio castigador, una guía para los que van a morir, a quienes ampara en su paso al más allá.

Las Diferentes Versiones de la leyenda en los países hispanoamericanos
Argentina

En este país se dice que La Llorona era una mujer que mató a sus hijos arrojándolos a un río, por lo que se suicidó a causa del sentimiento de culpa. Se la describe como una mujer alta y estilizada vestida de blanco, a quien no es posible verle la cara y, en algunas ocasiones, tampoco los pies, de modo que parece que flota en el aire. Se aparece por los caminos emitiendo estremecedores lamentos que enloquecen incluso a los perros. En algunos relatos cumple la función de espíritu vengador al subirse a los caballos de los trasnochadores y matarlos de un helado abrazo mortal.

Es considerada un espíritu de malos presagios. Puede causar enfermedades a las personas, empeorar la condición de quienes ya están enfermos o traer desgracias a los seres queridos. En otros relatos se presenta como una mujer inofensiva que necesita consuelo y ayuda, por lo que despierta la piedad de la víctima, pero, cuando esta se acerca a consolarla, le roba todas sus pertenencias.

En la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba, se solían escuchar llantos que se decía que provenían de la Llorona. Sin embargo, resultaba que venían de algunos bromistas que, usando grabadoras y otras herramientas tecnológicas, asustaban a los vecinos de la ciudad. No solo ocurrió en Marcos Juárez, sino también en pueblos aledaños como Leones.
Chile

Las diferentes leyendas chilenas sobre la Llorona van desde algunas versiones muy semejantes a la mexicana hasta otras muy particulares del folclor chileno. Las chilenas definen al espectro como el espíritu de una mujer que busca a su hijo, de manera que se la caracteriza como un espectro con una relación especial con la muerte.
En cualquier caso, se trata de una mujer que estaba celosa de sus dos hijos porque el marido compartía más tiempo con ellos. La mujer resiente esto profundamente, por lo que arroja a sus dos hijos en un río y los ahoga. Cuando el esposo llega a casa y pregunta por los niños, ella le oculta la verdad, pero él se da cuenta de que en el río hay dos niños ahogados. El hombre, presa del dolor, mata a la esposa, cuyo espíritu se queda errante en busca de sus hijos.

La Pucullén
En la versión distintiva de la tradición chilena, la Llorona se llama la Pucullén (de cullen, lágrima, y pu, plural). Se dice que llora eternamente porque le quitaron a su hijo de sus brazos a muy corta edad. Es una presencia fantasmal vestida de blanco, a la que sólo puede ver la gente que está cercana a la muerte, algunas personas con habilidades especiales (como las Machis o los Calcus) y los animales que tienen los sentidos más agudos, entre ellos los perros, que lanzan lastimeros aullidos cuando perciben su presencia.

La Pucullén es una guía de los muertos, que indica con sus pasos y llantos el camino que debe recorrer el muerto para dirigirse desde su morada terrenal hacia el más allá. Se dice que llora como plañidera por todos los familiares del difunto, para que todos ellos se consuelen pronto de la pérdida; además, evita que el espíritu del muerto decida acudir a penarlos, disconforme con las pocas lágrimas y manifestaciones de pesar de sus parientes. Algunos cuentan que si uno se frota los ojos con lágrimas de perro, podrá verla; pero si el corazón del que observa no es firme, la imagen será espantosa.

Con sus abundantes lágrimas, que forman un charco cristalino, la Pucullén señala el sitio preciso en el campo santo donde debe abrirse la fosa para depositar el féretro. Se dice que si esto sucede, debe utilizarse toda la tierra necesaria para cubrir por completo el féretro, pues en caso contrario antes de un año morirá un familiar del difunto. Como castigo por el descuido que la llevó a perder a sus hijos, roba los hijos de otras madres, confundiéndolos con los de ella
La Llorona del puente de San Carlos


Según otra versión, los hechos sucedieron en el puente Lingue, en Litueche. Era un día de lluvia torrencial y el puente tenía mucha corriente, siendo muy peligrosa. Un señor que observaba lo que pasaba vio a una mujer con un bebé en los brazos. Ella, muy afligida por la lluvia, se apoyó en el palo del puente, gritó y gritó, confundiéndose sus gritos con los llantos del niño. Después, el bebe desapareció entre las aguas y la mujer se lanzó al agua, donde murió ahogada sin llegar a encontrar a su bebé. Desde entonces, cada vez que llueve se escucha llorar de forma inconsolable a la mujer. Sólo cuando encuentre a su hijo cesará su llanto.

Aqui pondremos un video sobre una "supuesta comprobación" de que la llorona existe y que aparecio, supuestamente en el Rally Dakar del año 2015. Igual no se comprueba bien de dónde es esta grabación algunos afirman que viene del Rally Dakar y otros que viene de Inglaterra..

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